MEMPHIS GRIZZLIES, INVICTOS

El curso baloncestístico 2014/2015 ha comenzado de manera excepcional para los Grizzlies. Tras la derrota el pasado curso en 1º ronda de PlayOffs frente a los Thunder de Kevin Durant y cía, la franquicia de Tennessee ha completado unos diez primeros días de curso perfectos, lo que le ha llevado a ser, junto a Houston Rockets y Golden State Warriors, únicos equipos invictos de este inicio de temporada en la NBA.


MARC GASOL, LÍDER EN LA PISTA


El comienzo de campaña era una incógnita para los seguidores del mediano de los Gasol. Las dudas llegaban después de un último partido fatídico con la selección española en el MundoBasket, en el que el pívot de Sant Boi quedó bastante tocado anímicamente. Pero Marc, muy lejos de que todo ello le afectará, terminó el verano en una forma física espectacular y recuperado mentalmente para el inicio de la competición.

La prueba está, como no puede ser de otra manera, en su rendimiento. El 33 de los Grizzlies promedia en estos primeros cuatro partidos: 22.5 puntos, 8.6 rebotes, 2.3 asistencias y 1.7 tapones por encuentro. Estadísticas muy reseñables en un jugador que se ha convertido, por fin este año, en el jugador referencia en el ataque Grizzlie.

Después de varios años en donde a Marc sólo se le valoraba su trabajo defensivo, este año sí parece ser el de su consolidación como líder en la pista. Y, aunque es muy pronto para hacer este tipo de quinielas, presenta su candidatura al All Star Game que se celebrará el próximo mes de febrero de 2015 en Nueva York. Dicha presencia en el fin de semana de las estrellas no tiene ningún tipo de dudas para su hermano Pau, el cual se ha manifestado recientemente sobre el espectacular inicio de Marc: “Marc es, ahora mismo, el mejor pívot que hay en la NBA”.

ZACH RANDOLPH Y MIKE CONLEY, GRANDES ESCUDEROS


Pero como una premisa universal reza que en este deporte un equipo no funciona con un solo jugador, en Memphis no podía ser menos y Marc Gasol está acompañado de grandes aliados. De la mano del Head-Coach, David Joerger, la franquicia de Tennesse ha sabido encajar las piezas para rodear lo mejor posible al pívot español.

Destacando siempre como principal característica de Memphis la importancia del juego en equipo, a la estela de Marc se encuentran dos grandes escuderos: el base, Mike Conley; y el ala-pívot, Zach Randolph.

Conley cumple su función de playmaker casi a la perfección: corre cuando tiene que correr, juega en estático cuando es conveniente (que es la mayoría de los casos en el sistema de ataque Grizzlie) y aporta un tiro de tres con altos porcentajes. Todo ello sumado a su gran defensa – donde siempre se encuentra entre los mejores bases defensores de la competición- lo convierten en un director de juego bastante fiable.

El caso de Zach Randolph es algo diferente. Hablamos de un ala-pívot de 33 años con más de 13 años en las canchas NBA, pero por ello no menos importante. Randolph, queriéndolo o no, se ha convertido en la pareja perfecta de Marc dentro de la cancha. Son totalmente complementarios a la par que eficientes. Son varios años los que llevan como pareja interior de los Grizzlies y, como se ha demostrado en este inicio de liga regular, no hacen otra cosa que mejorar y entenderse mejor a medida que pasan los años.

Sus números no deben sorprender a nadie, solventando fácilmente las dobles figuras: 18.5 puntos y 12.3 capturas por encuentro. Números que hacen pensar que, junto a Marc Gasol, se les sitúe como una de las mejores parejas interiores de la NBA.

La temporada todavía está en sus inicios. Las franquicias, técnicos y nuevos jugadores se están amoldando a sus equipos. Pero lo que está claro es que Memphis Grizzlies, de la mano de su líder Marc Gasol, ha comenzado con las ideas claras desde el principio y concienciados en su objetivo: lograr una buena posición en PlayOffs y luchar por un sueño, el anillo de la NBA…

Miami Heat se olvida de L.James

Desde que se conociera allá por el mes de julio que el ídolo de Miami, LeBron James, iba a abandonar la franquicia de Florida para recalar en los Cavs, dentro de los Heat ha habido un cierto temor al porvenir de la franquicia. Pese al poco optimismo de la mayoría de analistas en el equipo de Spoelstra, los Heat han comenzado esta campaña dando una buena imagen y, de la mano de su nuevo “big three”, se encuentra en la segunda posición de la tabla en la conferencia este (5V – 2D).


Chris Bosh, nuevo líder en el parqué

Con la marcha de LeBron, una de las incógnitas que se planteaban era la de quién iba a tomar las riendas del equipo en la cancha. Pese a que la lógica invitaba a pensar que volvería a ser Dwyane Wade – recordemos que el de Illinois ya fue capaz de liderar a los Heat en el anillo conseguido por los de Florida en 2006 – nos hemos encontrado con un excelso Chris Bosh que vuelve a recordar al de su mejor época en los Raptors.

Bosh, que ya fue en clave en los dos anillos conseguidos en 2011 y 2012 (siempre en un escalón inferior a LeBron y Wade) ha conseguido llenar ese hueco que ha dejado en la pista el 23 de los Cavs. Contra todo pronóstico ha comenzado la temporada a nivel MvP: 23.6 puntos, 10.3 rebotes y 3 pases de canasta por partido. Números que le han permitido coger esos galones que tanto anhelaba con la presencia de James en la cancha.


Eric Spoelstra y Luol Deng: trabajo en la sombra

A pesar de que todos los elogios en este inicio de curso baloncestístico 14/15 están yendo dirigidos a Bosh y, en segunda instancia, Dwyane Wade, en esta era Heat post LeBron James tienen mucho que ver estos dos personajes: Luol Deng y el head-coach, Eric Spoelstra.

El primero de ellos, Luol Deng, se ha convertido en la otra pieza clave en el parqué para completar, aunque no con la dimensión anterior, un nuevo “big three”. Deng, alero de raza negra de más de dos metros de altura, se ha sabido adaptar rápidamente a la franquicia de Florida. Es uno de esos jugadores que hacen “equipo”. La victoria estará siempre por encima de sus estadísticas; que su ego. Todo ello lo han agradecido sus compañeros, los cuales ven en Deng un jugador indispensable en la plantilla si quieren luchar por cotas importantes.

La otra pieza de estos trabajadores en la sombra no es nuevo, es más, es un personaje que se le ha encasillado en un papel y ahora resulta muy difícil verlo en un primer plano. Hablamos del entrenador de los Miami Heat: Eric Spoelstra.

Como Head-Coach lleva en la franquicia desde 2008. Casi seis años en donde ha llevado a los Heat a cuatro finales de NBA, logrando dos anillos de campeón. Para cualquier otro entrenador sería un currículum que le valdría de por vida para trabajar en la liga, pero con Spoelstra siempre ha existido un doble rasero, y es que poseía en su plantilla con un Big Three de ensueño, que ha minimizado siempre su contribución al equipo.

Este año, ya sin LeBron en la plantilla, los Heat vuelven a empezar la temporada con buenas sensaciones y con un balance bastante bueno. Como hemos comentado anteriormente, las alabanzas vuelven a dejar fuera de los focos al técnico, pero algo tendrá que ver cuando, temporada tras temporada, la franquicia vuelve a estar en la lucha por el campeonato.

Los Heat se enfrentan a una temporada dura; de transición. La marcha de su principal baluarte es una prueba de fuego para una franquicia que viene de cuatro finales consecutivas y no sabe cómo reaccionará ante la ausencia de éste. A juzgar por este inicio parece que se han olvidado muy rápido de LeBron James, pero no sabremos si es realmente así hasta que, pasados unos meses de campaña, evaluemos cómo les ha ido a unos y a otros por caminos separados. Hasta entonces, LET´S GO HEAT!

KNICKS Y LAKERS, GRANDES FRACASOS NBA

Los dos grandes mercados de la NBA por excelencia, Nueva York y Los Ángeles, están de capa caída tras ver como sus dos grandes franquicias han comenzado esta campaña 2014/2015. Dos récords absolutamente lamentables el que poseen ambas escuadras en estas primeras semanas de competición que ponen de manifiesto un mal trabajo de planificación durante el verano.


Los Angeles Lakers


En California el despropósito es total. Tras varios años navegando sin rumbo: fichajes de Mike D’Antoni y Mike Brown como entrenador jefe, renovación desorbitada de Kobe Bryant tras una grave lesión y el maltrato tanto interno como externo hacia Pau Gasol, la franquicia angelina se ha vuelto a superar y, tras el fichaje de Byron Scott como Head-Coach en verano, las cosas parecen ir a peor: 9 derrotas por tan solo 1 victoria, siendo los últimos dentro de la conferencia oeste.

La situación parece insostenible en la franquicia. Kobe Bryant muestra día sí y día también su malestar con la forma de jugar del equipo y con algunas decisiones de Scott pero claro, cobrando 23 millones de dólares como reza su contrato, debe fidelidad a la hinchada laker.

Las nuevas piezas es otro problema que acarrean los angelinos desde hace varios años, concretamente desde sus anillos conseguidos con Gasol y cía en los años 2009 y 2010. Esta campaña destaca la llegada de dos jugadores: un desmejorado Carlos Boozer y el base de la “casa”, Jeremy Lin. Ambos fichajes no parecen encajar hasta el momento y, por lo que parece, no existen atisbos de mejora.

Capítulo aparte merece el base canadiense Steve Nash. Leyenda y más que probable Hall of fame de la NBA, pero que desde su llegada a Los Ángeles parece estar mirado por un tuerto. Lesión tras lesión – la última la conocida hace varias semanas descartándolo para toda la temporada – que no han permitido dejarnos ver la mejor versión de uno de los mejores bases de la historia de la liga.

Bache bastante duro el que atraviesa en estos momentos la franquicia angelina. Ni el empeño de Kobe Bryant en que las cosas vayan mejorando parece ser una solución a corto plazo. ¿Será la peor temporada regular de la historia Lakers? El paso de los partidos nos dará un veredicto pero, lo que está claro, es que Scott, Bryant y asociados tendrán que remar mucho para que Los Angeles Lakers vuelvan a ocupar la posición que les corresponde dentro de la liga.


New York Knicks


En la gran manzana la cosa no pinta mejor. Si arriesgamos un poco en la afirmación, podemos hablar de un mayor fracaso que el de los angelinos. Con la flamante llegada del maestro zen (Phil Jackson) como General Manager y con el fichaje como entrenador del mítico base Derek Fisher, la franquicia neoyorkina parece haber arrancado la competición con el motor gripado; sin gasolina.

Fichajes de altísima alcurnia para la dirección deportiva que devolvieron la ilusión a la hinchada de los Knicks pero que no se ha visto correspondido con el rendimiento de los jugadores en la cancha. El paralelismo con los Lakers es evidente: en este caso es Melo Anthony el que intenta que su equipo no se hunda, pero rodeado de jugadores que no parecen estar en sintonía con él. Esto ha llevado a los Knicks a situarse en la penúltima posición de la clasificación en la costa este, con un balance de 3 victorias por 8 derrotas.

En esta tormenta se encuentra una de sus nuevas incorporaciones: el base extremeño, José Manuel Calderón. Por desgracia para él y los aficionados del basket, el playmaker español no ha podido debutar todavía con la zamarra de los Knicks. Cuando estaba a punto de comenzar la competición conocimos la noticia de que estaría de baja alrededor de unas tres semanas, por lo que en breve podremos disfrutar de él en las canchas de la NBA.

Son apenas tres semanas de competición las que llevamos hasta el momento, por lo que caer en el dramatismo puede que sea un error pero, por lo visto hasta ahora, la situación tanto en Los Ángeles como en Nueva York, no parece que pueda mejorar a corto-medio plazo. Sin embargo, las temporadas en la NBA son muy largas y tan solo llevamos 10 partidos de los 82 que se disputarán al final de campaña y, en ese momento sí, podremos decir si se trata o no de los grandes fracasos de la liga.