Después
de realizar la investigación a un
público masculino y femenino de entre
21 y 26 años que cursa diversas materias vinculadas a ingenierías, finanzas
y otras carreras de ciencias y letras, hemos obtenido algunas conclusiones
comunes.
El
primer detalle que podemos subrayar de nuestra investigación reside en que casi el 60% de los encuestados cursaron su educación primaria
en centros públicos. El 29% lo
hicieron en colegios concertados y el porcentaje restante cursó en centros
privados. En el caso de la Educación Secundaria Obligatoria, los datos
obtenidos son muy similares. Es importante evaluar estas cantidades porque a posteriori pueden ser la primera respuesta a algunas de las conclusiones
finales que extraigamos en este ejercicio.
Respecto a la especialización en Bachillerato, la mayoría de los encuestados –un 61%- tomó el camino de Ciencias Sociales y Humanidades, algo lógico teniendo en cuenta que también ha sido nuestra vía y que nos hemos apoyado en los más cercanos para llevar a cabo la investigación. El porcentaje restante le corresponde a los especializados en Ciencias y Tecnología aunque, eso sí, hay que reservar un 1% para aquellos que se dejaron llevar por los derroteros de las Artes.
Donde
sí coinciden la mayoría de nuestros encuestados es en la satisfacción y la utilidad de la educación recibida. En ambos
apartados, las muestras han sido generosas y los han calificado con notas muy
similares: en torno al 7,5 en el
primer caso y superando ligeramente esta cifra en ese segundo término referido
a la utilidad. El 94% de los
investigados han accedido a la universidad a partir de Bachillerato, mientras que solamente un 6% lo hizo tomando como trampolín un Ciclo Superior.
Por
último, otro punto donde coinciden los encuestados es en los puntos débiles y los aspectos que podría
mejorar la universidad. La mayoría de ellos se quejan de que apenas pueden
poner sus conocimientos en práctica y
que hay exceso de nociones teóricas
que a posteriori quedan en evidencia por su escasa o directamente nula utilidad.
Además de ello, algunos encuestados han señalado la falta de capacidad de algunos profesores y el exceso del coste que supone recibir
educación de calidad: estudiar sale
caro.