Tras varios años de dominio Lakers, con K. Bryant y Shaquille O`Neal a la cabeza de un proyecto de tres anillos consecutivos (00-01-02), Duncan y sus Spurs volvían pos sus fueros. Pasado el tiempo, se ha dicho que a la franquicia del Álamo le han venido muy bien los años impares, y no faltaba razón. Con la llegada de jugadores como Tony Parker, Manu Ginóbili, Robert Horry, entre otros, San Antonio volvió a lo más alto y se alzó con los títulos en las campañas (03-05-07), donde el magistral Duncan se llevó el Mvp en las dos primeras y sólo pudo arrebatarle el último un sensacional Tony Parker en una final memorable frente a los Cleveland Cavaliers del por aquel entonces jovencísimo Lebron James.
Cuando parecía que la dinastía Spurs iba a perdurar por muchos años, sucedió todo lo contrario: sequía absoluta. Después de la mencionada final ante Cleveland, que hacía sumar a las arcas de San Antonio su cuarto anillo en poco tiempo, empezó un periplo de altibajos. Mavericks, Celtics, Lakers …ganaban y los Spurs y Duncan abocados a morir en la orilla.
Esta pasantía que sufrieron Duncan y su equipo no tenía nada que ver con sus números, que no se vieron afectados, promediando sus clásicos 20/10. Y participando, como si fuera un ritual, en el fin de semana de las estrellas. All Star en el cual ha sido un fijo solamente faltando en la edición de 2012.
Todo ello hasta llegar a la pasada campaña donde, después de cinco temporadas, San Antonio Spurs volvió a una final de la NBA. Fue una travesía en la cual Duncan bajó sus números inmaculados hasta ahora, sobre todo en las temporadas (10-11/11-12), en las que promedió 13 y 15 puntos respectivamente. Cuando se veía al peor Duncan de su carrera, llegó el verano de 2012. Según palabras del propio Duncan, fue un verano duro en donde aprendió mucho, sobre todo a conocerse a sí mismo y a su cuerpo. Dietas milagrosas, separación matrimonial…no se sabe a ciencia cierta, pero la verdad es que la temporada (12-13) se vio a un Tim Duncan muy cambiado y su equipo lo notó.
San Antonio, como siempre, realizó una temporada regular extraordinaria, pero esta vez fue acompañada de una fase final al mismo nivel. Tras deshacerse de Memphis en una final de Conferencia Oeste muy desequilibrada, se plantaban en la final frente a los vigentes campeones, Miami Heat. Llegaron a estar por encima (3-2) con dos partidos por jugarse en el American Airlines Arena de Miami, pero Lebron “King” James y sus pupilos se encargaron de dar la vuelta a la eliminatoria y dejar sin el ansiado quinto anillo a Duncan y los Spurs. Un varapalo muy duro para un Tim Duncan de 37 años de edad que vio cómo posiblemente un último tren de llegar al anillo se le escapaba por muy poco.
Esta temporada, como todas, ha empezado muy involucrado con sus Spurs para intentar de nuevo el asalto al campeonato. Sólo estamos en los trailers de la temporada, pero con Duncan y su pasión por este deporte, sabemos que lo veremos peleando por cotas importantes allá por el mes de Mayo…
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